Fidel Castro.

El líder de la revolución cubana, Fidel Castro, aseguró hoy que el golpe de Estado contra el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, fue concebido y organizado por personajes “inescrupulosos” de la extrema derecha de Estados Unidos, ligados al ex gobernante George W. Bush.

Afirmó que la base Soto Cano, sede en Honduras de la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo, perteneciente a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, “es el punto de apoyo principal del golpe de Estado”.

“El golpe fue concebido y organizado por personajes inescrupulosos de la extrema derecha, que eran funcionarios de confianza de George W. Bush y habían sido promovidos por él”, señala.

Las consideraciones de Castro están contenidas en un artículo publicado en su columna “Reflexiones del compañero Fidel”, que publica el diario Granma, órgano del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

“Estados Unidos tiene el tenebroso plan de crear cinco bases militares más alrededor de Venezuela, con el pretexto de sustituir la de Manta, en Educador”, afirmó, en su artículo titulado “Lo que debe demandarse a Estados Unidos”.

Castro asegura que es “absolutamente falsa” la idea de que el embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorens, ignorara o desalentara el golpe contra el presidente Zelaya.

“Lo conocía, al igual que los asesores militares norteamericanos, que no cesaron un minuto en entrenar a las tropas hondureñas”, precisa.

Consideró que cada día se conocen nuevos detalles de la implicación de Estados Unidos en el golpe contra Zelaya, y aseguró que esa acción tendrá repercusiones en toda América Latina.

Advirtió que “la disparatada aventura del golpe de Estado en Honduras ha creado una situación realmente complicada en Centroamérica que no se resuelve con trampas, engaños y mentiras”.

Indicó que todos los que a su juicio concibieron y organizaron el golpe contra Zelaya “tienen un grueso expediente de actividades contra Cuba”.

Aseguró que Llorens es desde medidados del 2008 un cubano americano que forma parte del grupo de “agresivos embajadores de Estados Unidos en Centroamérica”.

Aseguró que ese grupo está constituído por Robert Blau, embajador en El Salvador; Stephen McFarland, en Guatemala, y Robert Callahan, en Nicaragua.

Asegura que esos diplomáticos fueron nombrados por Bush durante los meses de julio y agosto del 2008.

El ex gobernate cubano considera que en este momento “lo único correcto es demandar del gobierno de Estados Unidos que cese su intervención, deje de prestar apoyo militar a los golpistas y retire de Honduras su Fuerza de Tarea”.

Sabían del golpe

Castro: “Es absolutamente falsa la idea de que el embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa ignorara o desalentara el golpe. Lo conocía, al igual que los asesores militares norteamericanos, que no cesaron un minuto en entrenar a las tropas hondureñas”.