Muqtada al-Sadr dijo que estaba “lleno de esperanzas”, pero expresó el temor de que algunos estadounidenses permanezcan en las zonas urbanas.
La retirada de la tropa de las ciudades es parte de un pacto de seguridad según el cual los militares deben abandonar totalmente el país para fines de 2011.
Sin embargo, parte de las fuerzas estadounidenses permanecen en Irak y el mando militar dijo que algunos efectivos permanecerán en las ciudades como entrenadores y asesores por pedido del gobierno iraquí. El mando estadounidense dijo también que seguirá brindando información, apoyo aéreo y ayuda médica y logística a la incipiente fuerza de seguridad iraquí, de 650,000 efectivos.
Los soldados estadounidenses sólo regresarán a las ciudades si lo solicita Irak. El clérigo antiestadounidense intentó presentar el retiro como una victoria a los que se han opuesto a la presencia norteamericana.
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