(París, dpa) - El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, fue dado de alta hoy en el hospital donde fue ingresado el domingo tras sufrir un malestar cuando estaba haciendo footing, en un incidente sobre el cual se había informado primero que el mandatario había perdido el conocimiento.
Según medios locales, un sonriente Sarkozy abandonó a pie la clínica militar Val-de Grƒce en París y se dirigió a la residencial presidencial de "La Laterne" en compañía de su mujer, la cantante y ex modelo Carla Bruni.
"Está bien, tiene hambre y está rechistando", dijo Patrick Balkany, una persona del entorno de mayor confianza del mandatario en alusión a sus hábitos de siempre. "Todo está bien", agregó.
El Palacio del Elíseo señaló que el mandatario había sufrido una lipotimia debido a un agotamiento por exceso de trabajo. La lipotimia ocasiona, entre otros síntomas, una reducción de la capacidad de percepción y problemas en la visión. El afectado, sin embargo, no suele perder el conocimiento.
Los médicos que trataron a Sarkozy descartaron un problema cardíaco, según el Elíseo. Aunque el presidente no seguirá en tratamiento, se le recomendaron alguno días de reposo.
Tras sufrir el percance, el mandatario francés había sido traslado inmediatamente por vía aérea al citado hospital, donde un equipo de médicos lo sometió a una exhaustiva revisión.
En un primer momento, hubo confusión sobre si Sarkozy había perdido el conocimiento durante el incidente. El diario "Le Parisien" sostuvo el domingo que así había sido, en informaciones que citaban al secretario general del Elíseo, Claude Guéant. El gabinete de prensa presidencial desmintió después esa versión.
El entorno del Sarkozy hizo referencia al comienzo a un síncope vasovagal, una pérdida momentánea del conocimiento causada por una recarga emocional o por dolores.
El jefe de Estado galo se había sometido recientemente a un amplio examen médico. La revisión de sus datos sanguíneos y del sistema cardiaco arrojó buenos resultados, había informado el propio Sarkozy a comienzos de julio.
El mandatario, que practica con pasión el ciclismo y el footing, había prometido ya durante su campaña electoral de 2007 someterse regularmente a exámenes médicos. El trasfondo es el cáncer que su predecesor en el cargo Fran‡ois Mitterrand, fallecido en 1996, ocultó durante años a la opinión pública.
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